Según el Foro Humanístico Aragonés, asociación cultural de la cual soy presidente honorífico, los estudiantes no deberían aprender más que dos o tres lenguas en su vida académica. Lo ideal sería su propia lengua (el español), una lengua internacional (el inglés) y una lengua clásica (el latín). En el caso de que el alumno quisiera especializarse en lingüística debería conocer otras afines:
* filología románica: francés, italiano, catalán...
* filología clásica: griego, hebreo...
* filología hispánica: catalán, vascuence, gallego...
Pero de entre mis alumnos muy pocos quieren perderse en el laberinto de los idiomas y prefieren ceñirse a su lengua vehicular para estudiar periodismo, derecho o historia. La conclusión de esta pequeña investigación es que sobran del bachillerato el francés y el griego como obligatorios incluso en el bachillerato humanístico. El francés es una lengua que tuvo su esplendor diplomático, pero que ha pasado a segundo plano, porque lo hablan muy pocas personas en el mundo (ni siquiera los ingleses). Y el griego ático tiene un caos metodológico, porque los profesores no saben si acudir al Berenguer Amenós, al Reading Greek o al griego moderno (perdonad helenistas por vuestro caos). Así las cosas, pienso que no hay nada más clásico que leer a los autores antiguos en su lengua original, cosa que se puede conseguir en 3 años de docencia con el actual plan de estudios. Lo demás es superfluo.
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