Mi compañero Tomás Funes (http://derebushumanis.blogspot.com) ha hecho una crónica sobre el abuso del desnudo para fines únicamente comerciales, como el último calendario de las falleras valencianas. Ya sabemos que en muchas esculturas griegas aparecen desnudos, pero hasta en la Venus de Milo de la ilustración, paradigma de la belleza femenina, la diosa del amor aparece en una actitud recatada.
No hace falta ir al Café cantante "El plata" para ver ombligos, hombros, piernas y demás. Pero la gente que coloca un calendario erótico en su casa está buscando lo que no tiene. Lo ofensivo del tema es que te lo meten en las vallas publicitarias y los anuncios de televisión. En carretera está demostrado que han provocado accidentes de tráfico. En la tele es más ofensivo: distorsionan nuestra visión del mundo y luego mis alumnos se creen que las mujeres son como aparecen en los rayos catódicos. ¿Qué defensa nos queda? ¿Cuando se atreverán los medios de comunicación a no vendernos mujeres desnudas y músculos? ¿seguirá siendo el cuerpo una mercancia, una especie de prostitución?
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