jueves, 17 de julio de 2008

UN LOBBY DE CLÁSICOS

La palabra lobby significa en inglés "vestíbulo" y designaba en la entrada de los hoteles donde aguardaban los lobbistas a los senadores que tomaban un whisky en el bar del hotel, a fin de convencerles de tomar ciertas medidas. El primer presidente estadounidense en recibir a estos grupos de presión fue el Presidente Grant (1869-1877) y es fundamental en el funcionamiento de las democracias modernas. También los romanos tenían tribunos de la plebe y oradores en asambleas que podrían parecerse a los lobbies.

Quiero reivindicar desde esta crónica el papel que hacemos algunos clasicistas para presionar a cambios sociopolíticos desde nuestro punto de vista en varios frentes:
* en el Estado Español: dignificar los estudios clásicos en centros de educación secundaria y uniuversidades.
* en la Unión Europea: difundir el neolatín como lengua franca de comunicación internacional.
* en los medios de comunicación: manifestar nuestra orientación historicista, acudiendo a la democracia ateniense y la administración romana como paradigmas de gestión abierta.
* en las industrias culturales: orientar a escritores, músicos y artistas en su expresión de origen clásico.
* en internet: coordinar la labor de filólogos, traductores, arqueólogos, historiadores, escritores, guías turísticos, etc. en un mismo sentido.
* en la Iglesia Católica: expresar sin ningún tabú la liturgia en latín y los cantos gregorianos y ecuménicos de Taizé.

No hay comentarios: