miércoles, 9 de enero de 2008

IES PIRÁMIDE


Ayer empecé a trabajar en mi nuevo destino: el instituto Pirámide de Huesca. Sor prende la arquitectura del lugar, que tiene por fuera forma de Pirámide y un hermoso patio ajardinado interior, donde curiosamente los chavales no pasean.
Me hace ilusión prepararme las clases, aunque me han tocado cuatro horas de alternativa a la religión en la que nadie quiere trabajar por más que me empeño. De todas formas tengo un buen horario y algunos días no entro a primera hora, con lo que mis vajes desde Zaragoza son más reposados.
En el departamento estamos tres personas: el profesor de latín, la profesora de griego y la profesora de religión. Casi no hay libros, porque están en la hermosa biblioteca donde no hay casi nadie. Donde sí hay gente es en el bar, donde curiosamente me tomo mi cortado solitario. Donde no falta comunicación es en el departamento y en la sala de profesores, donde hablas con otros interinos con oposiciones o con antiguos compañeros de otro instituto en que te tocó trabajar. Se tiene la sensación de caminante sin patria.

3 comentarios:

las3latinas dijo...

ola juankaa! somos tus alumnas de 1 de bachiller de latin.
queriamos decirte ke nos as salvado de un tormento de curso y de futuro porke has echo ke podamos aprender latin (aunke sea un pokitin), sin ambiguedades y para todos los publicos.
gracias gracias, esperamos ke te kedes con nosotros mucho tiempo, y no tengas miedo, ke te vamos a tratar bien, y esperamos ke tu a nosotros tambien ^^.
no dejes ke vuelva ese monstruo!

fdo: alejandra,sara y belen.

(no tengas en cuenta las faltas de ortografia)

Juan Carlos Sesé dijo...

Me alegro mucho de veáis mi blog, aunque a veces cuento cosas que sólo debería contar a mi confesor.
Espero que el curso vaya bien. Ya hemos empezado con buen pie, pero con un poco de retraso. ¡Hay que ponerse al día!

Ana Ovando dijo...

Parece que ese nuevo destino no está tan mal. Espero que sea para tiempo, las rutas turísticas gracias a los departamentos de educación consiguen acabar con la paciencia de cualquiera.