(Foto: cuadro de M. A. Belinchon en la Fundación Ibercaja)
Una actividad propia de la penitencia cuaresmal es la práctica de la oración. Para este menester hemos comprado el libro Los ejercicios espirituales en San Agustín, escrito por un psicólogo, donde a lo largo de 7 sesiones se propone la meditación. El primer día se explica el ars memoriae. A imitación de los oradores, el practicante debe repasar los puntos de fidelidad a Dios o de pecado. Vigilate et orate
No hay comentarios:
Publicar un comentario