(Foto: voluntariado de la Fundación CAI en el Hospital Servet de Zaragoza)
Ayer dio una conferencia el enfermero J. L. Giron sobre la relevancia de la IA en medicina. Vino a decir que, siempre que hay una innovación tecnológica, se empieza por cierto desconcierto que es superado por la siguiente generación. Los límites éticos de esta tecnología, presente ya en nuestros móviles, son inciertos. Así se prima el comportamiento de la mayoría del mercado frente a las especificidades de las minorías. Esto provoca un abuso de las multinacionales farmacéuticas que procesan los miles de datos de los usuarios. La tiranía del mercado puede ser tal que consigue formar oligopolios sanitarios y pensamiento único en los diagnósticos.
Según informó, tienen que prevalecer las bondades de la Inteligencia Artificial antes que su descrédito. Así explicó que conociendo el genoma de un paciente, se puede optimizar la administración de medicamentos en las diferentes tomas. Genesis
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