Esta tarde ha impartido una conferencia en Zaragoza el catedrático de Filología Hispánica de la Universidad de Zaragoza, Alberto Montaner. Entre el exceso de autobiografía en los poemas de Lope de Vega y la ausencia de experiencias vivenciales en la obra de Góngora, Miguel de Cervantes ocupa un lugar intermedio.
Sobre todo se puede seguir su cautivo en Argel a través de la historia del capitán cautivo que intercala en el Quijote y otras referencias en la Galatea y el Persiles y Segismunda. En cualquier caso, Cervantes no alardeaba de batallitas, ya que la única mención a la Batalla de Lepanto, donde perdió un brazo, aparece en el prólogo de la II parte y como reacción a los infundios del Quijote de Avellaneda.
A la pregunta que le hemos formulado en el debate sobre la obra de teatro El cerco de Numancia, el catedrático nos ha respondido que apenas cuajó en España el género tragedia hasta que lo retormara ya en el siglo XX Lorca. Captivus
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