En la sala La Casa Amarilla de Zaragoza expone el pintor F. Martín Godoy su serie "Grandes esperanzas". Se trata de lienzos oscuros que muestran montones de escombros o papeles dispersos en un escritorio negro. La reflexión sobre los escombros remite a las vanguardias desde la I Guerra Mundial, donde los edificios derruidos por bombardeos hacían desaparecer la memoria histórica implícita. En cambio, la reflexión sobre las ruinas evoca más bien una narrativa romántica y una vindicación del paisaje reconstruido. Ahí se ve la diferencia entre el pesimista, que piensa que todo acaba en desastre, y el optimista que enlaza la ruina con una historia viva.
Ocasión fue la de ayer para adquirir un libro sobre la geografía romántica, presente en la visión de todo arqueólogo que busca la gestión del patrimonio y la defensa del paisaje. Los tintes negros de los cuadros que vimos es la otra cara de la moneda de nuestro peregrinar por las excavaciones romanas. Ruere
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