Suetonio atribuye a Julio César esta frase, cuando iba a cruzyar el río Rubicón (actualmente Rubicone), lo cual le estaba prohibido por el senado romano. "La suerte está echada", dijo, aunque Plutarco le atribuye la frase parecida "Que se lancen los dados" de la comedia griega.
Es sabido que César, desobedeciendo al senado, cruzó el río con la legión XIII Gemina y provocó que fuera nombrado dictator, una magistratura semestral en momentos difíciles. Pompeyo Magno, líder del partido de los optimates, tuvo que huir en esa guerra civil y César (cognomen que indica que nació por cesárea) se convirtió en lo que el Imperio llamó "el césar". Aut Caesar aut nihil
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