Ayer fue investido presidente de Estados Unidos Barak Obama. Hay muchas expectativas al respecto, muchas de ellas infundadas, ya que la campaña de márketing ha sido extraordinaria. En el instituto de Alcañiz hemos hablado del tema y hemos coincidido en que la labor del nuevo presidente debe ser "barrer su propia casa" y no imponer por la fuerza "democracias" satélites en otros países.
Está claro que el nuevo gobierno va a influir en España, para mal o para bien. En un mundo globalizado todo está interrelacionado. El tema de la política exterior expañola con respecto a Palestina es un contencioso histórico. Desde Suárez, España ha promocionado un estado palestino coexistiendo con el estado de Israel, pero los lobbies judíos, el dinero de la banca y muchas películas de propaganda hace que la guerra no esté todavía terminada. Esperemos que en este contencioso Estados Unidos vuelva a los acuerdos de Camp David del presidente Jimmy Carter, auténtico artífice de una posible reconciliación.
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