Una campaña de una asociación de ateos en los autobuses urbanos ha creado polémica. El eslogan es "Dios probablemente no existe. Vive la vida". En varias ciudades de España ya está funcionando, pero en Zaragoza la empresa concesionaria de los autobuses se ha opuesto, argumentando razones de reglamentación privada.
Lo divertido del asunto es que se puede estar a favor o contra de la primera frase ("Dios probablemente no existe"), aunque está claro que sí existe el dinero que ha financiado la publicidad. En lo que estamos todos de acuerdo es en la segunda frase ("Vive la vida"), que es un acusativo interno en latín: vitam vivere. Al margen de la polémica, está claro que la publicidad tiene oculto un mensaje positivo, aunque sólo sea una coletilla.
Lo divertido del asunto es que se puede estar a favor o contra de la primera frase ("Dios probablemente no existe"), aunque está claro que sí existe el dinero que ha financiado la publicidad. En lo que estamos todos de acuerdo es en la segunda frase ("Vive la vida"), que es un acusativo interno en latín: vitam vivere. Al margen de la polémica, está claro que la publicidad tiene oculto un mensaje positivo, aunque sólo sea una coletilla.
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