viernes, 27 de junio de 2008

PABELLÓN DE LA SANTA SEDE

Se trata de un pabellón en el que no hay que hacer colas para entrar, pero es tan pequeño para tantas obras de arte que resulta difícil admirar los cuadros con el suficiente espacio. A destacar el cuadro de El Greco sobre el bautismo de Jesús a orillas del Jordán, con toda la iconografía del pintor cretense: colores, figuras estilizadas, dos mundos reflejados...
Otras obras destacables son la pila bautismal con dos cuencos, uno para el agua y otro para el niño. El sarcófago del paso del Mar Rojo refleja muy bien la escena del libro del Éxodo.
Pero sin duda alguna lo mejor es el pequeño oratorio blanco, donde es posible orar en silencio ante una especie de pozo de Raquel. Sencillo pero profundo.

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