ONOMASIOLOGÍA DE FELICITAS

El martirologio católico trae el 23 de noviembre como día consagrado a esta mártir cristiana, enterrada en una catacumba de la Vía Salaria. La tradición cuenta que en el siglo II, bajo el Emperador Antonino Pío, sufrió el horrible suplicio de ver morir a sus 7 hijos antes de ser decapitada por el prefecto romano. El hagiógrafo quizá engrandeció el relato con un paralelismo con los hermanos macabeos.
Al margen de estas leyendas piadosas, Felícitas es un nombre propio culto, castellanizado como Felicidad, pero que todavía conserva el esdrújulo de un nominativo latino. La evolución italiana Felicità procede quizá del acusativo (< Felicitatem), anomalía de esta lengua que evoluciona habitualmente desde el nominativo latino. En cualquier caso, una amiga nuestra con este nombre desconocía que se acentuaba esdrújula, hasta que se lo explicó un profesor. Nomen omen.