El rey Ciro II, el Grande, gobernó Persia a mediados del siglo VI a. C. Entre las fuentes que lo presentan encontramos:
* Heródoto de Halicarnaso: lo describe como monarca prudente
* Jenofonte: escribe la Ciropedia, encomiando su liderazgo
* la Biblia (Deuteroisaías) lo presenta como "ungido de Dios" que hace regresar a los judíos del destierro de Babilionia (539 a. C.).
La concordancia de las fuentes griegas y judías respecto a la bondad de Ciro es reseñable. Muchos helenistas, en cambio, ignoran los textos hebreos por considerarlos simples. En realidad corroboran nuestra imagen del mundo antiguo en un tema tan espinoso como la historia. Docta ignorantia.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario