A 30 km. de Zaragoza, Botorrita cuenta con un yacimiento celtíbero que no tiene horario de visita. El recinto está vallado y hay que pedir audiencia al alcalde para poderlo visitar. Como sólo tengo una vida he decidido dar un recorrido por el entorno.
El yacimiento tenía un panel exterior, donde te cuenta que la Tabula Contrebiensis escrita en latín es una resolución sobre un pleito de aguas. Contrebia Belaisca debe su nombre a la tribu celtíbera de los belos, de lengua indoeuropea, pero de costumbres iberas.
Junto al yacimiento hemos visto lo que verdaderamente explota el Ayuntamiento de Botorrita: el reciclaje de materiales de derribo. Los vecinos no tenían ni idea del yacimiento: ni una inmigrante, ni la dueña del bar nos han informado nada. Menos mal que un vendedor ambulante conocía a un abuelo que sí me ha dado indicaciones precisas. ¡Qué sería de la este país sin la 3ª edad! Zapatero, súbeles las pensiones.
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