Los alumnos expresan sus vivencias y opiniones, mientas el profesor reconceptualiza estas ideas en clave aristotélica: si no hay palabra, no hay realidad. De esta manera se crea un marco de referencia compartido tanto con los estdiantes como con los compañeros de la comunidad educativa. No es una utopía, ya que ya está presente en nuestras aulas. Aude sapere.
miércoles, 26 de enero de 2011
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