El libro que regalaba hoy El Periódico de Aragón en su XX Aniversario incluía un artículo de mi discípulo Antonio Ibáñez (p. 154). Al comentar este periodista las vicisitudes de los fondos aragoneses que se encuentran en el Museo Diocesano de Lérida, incluye el término jurídico "exequatur", que deja sin traducir.
Sin embargo, no hay que saber muchas vaticanerías para reconocer el subjuntivo yusivo: "¡que se ejecute!". Se trata de una orden pontificia exhortando a los obispos a ponerla en práctica. Todo parece roman paladín, si no fuera porque en el territorio fronterizo del este de Aragón se hablan al menos 3 lenguas románicas. La estrategia aragonesa, encabezada por el ex-presidente Hipólito Gómez, consistió en priorizar el derecho canónico sobre la legislación civil. Craso error que está todavía por resolver. ¿somos esclavos todavía del papismo medieval?
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario