En el Serrablo oscense hay un pueblo llamado Serué, adonde pertenecía el Monasterio abandonado de San Salvador de Serué. El medievalista José Miguel Navarro (en Geografía medieval del Serrablo, Sabiñánigo, 2000) propone como etimología el latín serus (´tardío´)
Esto estaría en concordancia con algunos topónimos latinos de la zona:
* Sabiñánigo < Sabinius (nombre propio)
* Biescas < vescae (´magros´)
* Susín < suso (´alto´)
* Villacampa < villa + campus (´casa de la llanura´)
* Bescós < Viscus (nombre propio)
Este libro da pie para pensar el origen tanto de topónimos como de antropónimos, ya que forman apellidos de origen medieval, aunque en realidad procedan del latín. En el Valle de Gistaín tenemos también el pueblo Serveto, que da nombre al apellido del escritor aragonés.
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