Cuando Epicuro montó su jardín, donde había largas conversaciones filosóficas, participaron también algunas hetairas. Nos han llegado los nombres de algunas: Leontion, Hedeia, Erotion, Nikidion...
Una famosa anécdota cuenta que, después de hablar suavemente Epicuro, una hetaira se le echó a los pies en actitud religiosa. Entonces Epicuro hizo un chiste sobre lo sagrado y todo el mundo se rió.
No hay frontera para el que en torno a una mesa con aceitunas, queso y vino conversa sobre lo divino y humano en actitud de respeto. Hay muchas ocasiones (kairos) en las que una conversación en un jardín (paradeisos) puede llegar a lo divino.
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