Paralelo a la teoría de los 4 humores de Hipócrates, la dieta pitagórica separa los alimentos en dos géneros que se deben alternar:
* masculinos-activos: huevos y cerdo.
* femeninos-pasivos: almejas y miel.
La dieta macrobiótica del zen sigue la pauta de Pitágoras, al recomendar tomar granos de cereal y moderar el consumo de agua. Según el especialista en nutrición Grande Covián, esta dieta aporta pocas proteínas y es desaconsejada para los niños. Sin embargo, usada con autocontrol, las posibilidades de equilibrio que da son recomendables para personas meditativas.
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