El pasado sábado pusieron un documental en Informe Semanal de TVE sobre la reapertura del mítico café cantante de Zaragoza: El Plata. El director de cine Bigas Luna iba desgranando el impacto que tuvo en la oscura España del franquismo un lugar de transgresión y de surrealismo como son los desnudos picantes. En el reportaje la famosa cabaretera Mary de Lys cantaba aquello de "¿dónde se mete la chica del 17?", donde los dobles sentidos son evidentes.
Yo llegué a conocer a un batería del Plata antes de que cerrara. Se llamaba Pedro Martínez y, aparte de ser amigo de mi padre, fue el presidente de la Asociación de Vecinos Las Fuentes, que era el barrio obrero donde vivía. No obstante, eran famosas las sesiones en el Plata cuando venían a la Feria de Maquinaria Agrícola de Zaragoza (FIMA) agricultores del valle medio del Ebro con sus humor "sicalíptico" hacia las cabareteras. Ahora, en cambio, que las chicas enseñan el escote, el hombro derecho, el ombligo y las piernas de arriba a abajo ¿para qué queremos ir a un café cantante?
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