La imagen de la Sibila de Cumas según Miguel Ángel en la Capilla Sixtina evoca muy bien el papel del profesor en la enseñanza: leer textos, comentarlos y actualizarlos.
Entre los profesores de lenguas clásicas abundan sobre todo los que sólo leen y traducen. Algunos hacen comentarios de historia y literatura y muy pocos actualizan los contenidos a época reciente, empleando para ello los lenguajes audiovisuales de la informática, del cine, del cómic e incluso de los videojuegos. Sin pasarse, que todo exceso es malo.
Lo equilibrado es, como queda dicho las tres funciones: leer, comentar y actualizar. El difícil término medio entre lingüística y literatura, o entre historia y mitología sólo una profesión de muchos años te lo da.
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