Desde la reforma del calendario por Julio César el año 47 a. C. el año empieza en enero, mes consagrado a Jano (cf. ingl. january, fr. janvier, it. genaio, etc.). Es el dios bifronte (de dos cabezas) que por un lado mira el año pasado y por otra el entrante.
En Roma simbolizaba la paz y su templo sólo se cerraba cuando no había guerra, cosa que sucedió muy pocas veces.
Con esta historia quiero saludar a mis alumnos que siguen el blog, para que se actualicen en sus conocimientos del mundo antiguo.
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