En un diálogo público en el Palacio de la Aljafería de Zaragoza, el economista Félix Ovejero explicó las 3 posibilidades para "repartir el pastel" de los recursos:
* los rabinos proponen la educación.
* los socialistas piden una autoridad central.
* los mercados exigen unas reglas de juego descentralizadas.
Aunque la opción del conferenciante fue la última, propongo una fusión de las 3 vías en una única. Así, el mercado presupone una trama normativa y moral que dé confianza. De nuevo vuelve a gobernar la economía y no la política, como parece que ocurría antes de 2007. En realidad, la racionalidad de los mercados en búsqueda de la decisión más eficiente está detrás de la distorsión de los banqueros y de la dimisión de la política. Motus historiae.
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