Un cilicio es una especie de cinturón con puntas que se ciñe al cuerpo. Antiguamente las órdenes religiosas obligaban a los monjes a esta penitencia, cuando caían en tentación.
Cilicia (de donde viene este adjetivo sustantivado) es una región de Turquía, cuyos monjes tenían fama de ser muy rigurosos. Hoy en clase de griego hemos traducido un texto con esta palabra y los alumnos ignoraban este artilugio. Todavía he oído relatos de su severidad a escolapios que sufrieron el castigo (de castus, hacerse casto). Ahora, en cambio, es historia.
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