A unos kilómetros de la capital de Túnez, las termas de Cartago [foto infra] abarcaban unos 20.000 m2. A pesar de que Cornelio Escipión había sembrado el suelo de sal, unos siglos después los romanos levantaron de nuevo la ciudad, esta vez con un largo acueducto de más de 100 km. que traía agua dulce hasta las termas. Aunque sólo quedan en pie 3 columnas, se aprecia el entramado del apodyterium (vestuario), destruactorium (sala de masaje), palaestra (gimnasio), etc.
Es curioso que la disposición de las salas sea inversa que la de Pompeya. Tras el vestuario, el bañista se encontraba con el caldarium [foto supra], pasaba al tepidarium y terminaba en el frigidarium. A la inversa tenemos el plano de las termas de Pompeya (v. Pauly-Wisowa s. v.), donde se empezaba por el frigidarium y se terminaba por el caldarium. Al decir de nuestro guía, esto se debe a la proximidad del mar, adonde se podía acceder al pie de las termas.
1 comentario:
Mirá qué avanzados los romanos! Tenían dentro del lugar distintas "etapas" de relajación... Por eso les iba tan bien, porque vivían con un muy buen estado de salud jaja. Hace poco estuve en las termas de Victoria y ahí también tienen como si fuera un spa. Primero empezás con la ducha escocesa, después pasas al sauna seco y después recién estás apto para las piletas. Es todo un proceso!
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