La compañía Teatro del Temple nos ofrece esta versión fidedigna del clásico de Ramón Mª del Valle Inclán. La versatilidad de los actores les lleva a representar varios papeles en la inmensa galería de personajes que nos ofrece el escritor gallego.En cuanto a la escenografía, los enormes paneles metálicos quieren recordar los espejos deformantes del Callejón del gato de Madrid, que simbólicamente representa la deformación de la realidad que lleva a cabo el género inventado por Valle: el esperpento.
El texto, conocido por todos los alumnos de 2º de bachillerato, nos retrotrae a la España de los años 20, donde el talento no se premia. Crítica literaria explícita sobre los poetas modernistas y burla del academicismo de la Real Academia. Entre los diálogos de los personajes se oyen ecos del 2 de mayo, que tanta publicidad tiene ahora en el bicentenario.
A destacar la calidad de los actores, de todos hasta los papeles más secundarios como las prostitutas o el Ministro de la Gobernación. El público permaneció callado, a pesar de que había un sentido del humor caústico en los ocurrentes diálogos.
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