[foto: monólogo de Clitemnestra en el teatro romano de Mérida]
Mientras el público aplaudía sin concesiones la venganza de Orestes, el coro, que representa la voz del pueblo, se vuelve voluble. Después de pedir justicia por el asesinato de Egisto, acaba por obedecer a pies juntillas las decisiones del tribunal que perpetúa el dominio de Orestes y Electra, hijos de Agamenón. Algunos ven en la tragedia de Esquilo un antecedente de Macbeth de Shakespeare, donde el tema principal es la ambición por el poder. Aquí más bien es una reflexión sobre el alcance de la justicia, que aparece en las sombras de los sueños a Orestes bajo la forma de su madre, a la que él había matado. Salus populi suprema lex esto.
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