[foto: salón de actos del Centro Pignatelli de Zaragoza con C. Taibó a la izq.]
Más allá de las corruptelas que denuncian los propios rusos, lo cierto es que todavía queda en pie la diferenciación con el modelo de desarrollo estadounidense, que desoye la ecología y la economía colaborativa. Para los norteamericanos prima antes la libre empresa que la planificación de estado, lo cual redunda en una competitividad estresante. El modelo ruso, en cambio, atiende a las potencialidades y límites de la propia naturaleza, ya que se basa en los abundantes recursos energéticos. Kapitalismus
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