[foto: cáliz del siglo XII del Camino de Santiago]
En cambio, los mormones no incluyen en sus bendiciones esta bebida y la sustituyen por agua. Quizá sea porque hay personas que no pueden tomar nada de alcohol, ya que toman pastillas incompatibles. En cualquier caso, sí bebían vino los judíos, aunque nunca aguado. El Antiguo Testamento está lleno de referencias a que alegra el corazón del hombre bebido en su justa medida. Los griegos, por su parte, siempre bebían vino mezclado con agua en la cratera. El simposiarca decidía la cantidad de agua tibia que unía al vino, a fin de que la velada durara más o menos. In vino veritas.
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