* la Lonja
* el mecenazgo de pintores como Geronimo Cosida
* reforma litúrgica, conforme al Concilio de Trento
* actualización musical
No era normal que los obispos fueran en aquella centuria celosos custodiadores del rico patrimonio eclesial. Más bien vivían de rentas y beneficios y eran puestos por la familia sin mucha vocación. Otro tanto ocurría con las monjas. Algunas se depilaban, trataban con mozos y tenían un perrito en su celda junto a su criada. Una forma de vida que parece muy actual, por otra parte, pero que está lejos de los votos del monacato. Monachatus non est pietas
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