Biopic alemán sobre la vida de la filósofa de origen judío Hannah Arendt, discípula de Heidegger. Acostumbrados como estamos al cine norteamericano de juicios, esta producción parece poco dramática. El acusado es un alto cargo nazi que obedecía al dictado de Hitler sin apenas pensar. Público culto de cierta edad en la sala, de donde imaginamos la quitarán pronto para poner superproducciones. A destacar la manera que tiene un filósofo de pensar:
* se informa de los antecentes del proceso
* acude al proceso o a un debate entre amigos o alumnos
* reflexiona sobre un diván, oyendo las voces que resuenan en la conciencia
* escribe su dictamen
No es habitual hacer películas sobre filósofos, al margen de Freud. En los concursos de televisión, los participantes siempre pierden cuando les preguntan por el libro de uno de ellos. Menos mal que viene el cine para poner las cosas en su sitio. Memorable.
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