Tras la crisis del 2008 el tejido asociativo ha evolucionado hacia la unión de lo público y lo privado. Las asociaciones culturales sin ánimo de lucro ya no se reúnen sólo en lugares del sector público, sino que entablan relaciones comerciales y de intercambio con diversas empresas. Esta parece ser la tendencia. Pero también cambia el perfil del agente cultural:
* se dirige a varios sectores, y no sólo al profesional
* establece redes colaborativas que exigen bastante compromiso social
* crean categorías que determinan la visión de los problemas a tratar
* canalizan la participación
* crean estados de opinión
* corrige las distorsiones del mercado, fomentando tendencias alternativas
* combina valores creativos y base social como un laboratorio de productos culturales
Así las cosas, el Foro Humanístico Aragonés se ha adaptado con cierto éxito a las nuevas exigencias de la recuperación económica. La suma de sus agentes culturales siempre está en tensión, lo cual lleva a producir actividades de forma un tanto escénica. Los espectadores ya no se limitan a contemplar los debates dominicales, sino que se ven implicados en la trama del argumento. Vino añejo en odres nuevos.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario