Estreno de esta comedia italiana del2016 sobre corrupción política local en una ciudad inventada de Sicilia. Chistes disparatados para lo que ha sido la política de Berlusconi, en connivencia con mafias, y la apuesta por la honestidad del nuevo candidato a alcalde. Paralelo exagerado con la situación española en una sala del Aragonia, donde vimos al alcalde en funciones. Imagino que la lección del inevitable enchufismo y amiguismo queda patente. Tampoco se libra la iglesia italiana, que no paga el IBI, como en España. Humor mediterráneo para un país acostumbrado al neorrealismo. Duumviri
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