Según narra Ovidio en Las Metamorfosis, Narciso era un ser solitario que despreció el amor de Eco, una ninfa que repetía la última palabra de cada frase. Cuando fue a besar su rostro, reflejado en la superficie de un lago, se cayó al interior y murió. De allí surge la flor del narciso.
Una fábula etiológica que explica lo pernicioso que puede llegar a ser amarse sólo a sí mismo. Los alumnos de Teruel han ejemlificado el momento que en Narciso se mata. Junto al protagonista han colocado también un casco y escudo, quizá confundiéndose con Aquiles, que ya trabajamos. Si se non noverit.
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