Ante los acontecimientos que se han sucedido en Paris con el asesinato de periodistas de humor, conviene recordar aquellas palabras que escribió Sebastián Castellio sobre la muerte de Miguel Servet (Libellus contra Calvinum 77):
Hominem occidere non est doctrinam tueri, sed hominem occidere
"Matar a un hombre no es defender una doctrina, sino que es matar a un hombre"
En cualquier caso, las provocaciones de los dibujantes eran continuas ante la fe anicónica de los musulmanes. Una burla continua indica un desprecio por una tradición secular de oración, poesía y estudios islámicos. Liber hominem sapit
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