Los frisos son repeticiones de un motivo decorativo, llamado greca o cenefa. Se emplean en diferentes artes, como enrejados, azulejos o arquitectura [foto supra: friso de la Iglesia de Tobed (Zaragoza). En el libro Educación matemática y buenas prácticas (AA. VV. Graò, 2009) hay un artículo de investigación en el aula, firmado por Joan Jareño. En él se explica que los patrones de los frisos responden a 7 tipos diferentes, según tengan simetrías o giros [foto infra].
Desde el punto de vista matemático, los frisos de templos antiguos se pueden categorizar según algoritmos de clasificación y encontrar invariantes. No obstante, los alumnos tienen una visión adulterada de la realidad, que les lleva a dibujar frisos con motivos infantiles (corazones, emoticones...). Arbor scientiarum.
No hay comentarios:
Publicar un comentario