Curiosamente la ciudad de Puebla, que albergó a los exiliados de Tula, está hoy hermanada con la española Zaragoza. En opinión del autor los catequistas españoles del siglo XVI dulcificaron la leyenda de Quetzalcoatl, presentándolo como un apóstol cristiano que no hacía sacrificios humanos. La verdad quizá la sepan los aproximadamente 250 mexicanos que viven en Zaragoza. Legenda
Análisis de novedades editoriales, cinematográficas y artísticas relacionadas con el mundo clásico y el imaginario grecolatino de Europa
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