El arte de la oratoria no termina nunca de aprenderse y siempre se ponen modelos para hablar en público, que no son precisamente los políticos. Según los maestros de esta técnica, lo que menos importa es el contenido del discurso, que representa tan sólo el 20% de la persuasión del auditorio. El resto es un cajón de sastre: gestualidad, vestuario, tono de voz... Pero, como decían los clásicos "A hablar se aprende hablando".
Análisis de novedades editoriales, cinematográficas y artísticas relacionadas con el mundo clásico y el imaginario grecolatino de Europa
viernes, 26 de marzo de 2010
"LOQUI LOQUENDO DISCITUR"
El arte de la oratoria no termina nunca de aprenderse y siempre se ponen modelos para hablar en público, que no son precisamente los políticos. Según los maestros de esta técnica, lo que menos importa es el contenido del discurso, que representa tan sólo el 20% de la persuasión del auditorio. El resto es un cajón de sastre: gestualidad, vestuario, tono de voz... Pero, como decían los clásicos "A hablar se aprende hablando".
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